Adicciones en Sevilla

Adicciones

La característica esencial de la dependencia de sustancias consiste en un grupo de síntomas cognoscitivos comportamentales y fisiológicos, que indican que el individuo continúa consumiendo la sustancia, a pesar de la aparición de problemas significativos relacionados con ella.

Existe un patrón de repetida autoadministración (o consumo), que a menudo lleva a la tolerancia (cada vez necesita más cantidad) y a la abstinencia (síntomas físicos y psicológicos cuando deja de consumir la sustancia), y por consiguiente a una ingestión compulsiva de ella.

Los síntomas de la dependencia son similares para todas las categorías de sustancias, aunque con algunos son menores. El “craving” o necesidad irresistible de consumo, se observa en la mayoría de los sujetos. Pueden expresar su deseo persistente de regular o de abandonar el consumo, pero los intentos son infructuosos, y dedica mucho tiempo en conseguir, tomar la sustancia y recuperarse de sus efectos. El sujeto suele desatender las responsabilidades familiares, laborales y sociales con tal de consumir la sustancia en privado o estar con otros consumidores.

A pesar de reconocer la implicación de las sustancia en los problemas tanto psicológicos y fisiológicos que padece, la persona continúa consumiendo la sustancia. Sufre una total e incapacidad de abstenerse del consumo de la sustancia a pesar de ser consciente de las dificultades que esta le causa.

Las drogas activan el sistema límbico del cerebro, que es el circuito del placer o sistema de recompensa, que nos hace sentirnos bien. El objetivo que consigue es:

  • Encontrar placer.

  • No sentirse mal.

La alteración en el sistema límbico genera una disminución de la actividad cortical en los sujetos adictos. Merma su capacidad de ejercer un control sobre su conducta, que está centrada más en las consecuencias inmediatas que en las demoradas o de largo plazo. Afecta a la cognición y al aprendizaje.

El consumo de sustancia supone un riesgo de producir alteraciones mentales como psicosis (alejamiento de la realidad), esquizofrenia (enfermedad mental grave), trastornos de ansiedad, depresión, etc., e incluso toxicidad a niveles de pulmones y otros órganos.

Interfieren en el desarrollo del cerebro y la personalidad, sobre todo cuando empiezan el consumo siendo menores de edad. Modifican el incremento de dopamina en el cerebro por lo que aumenta el riesgo de esquizofrenia. En definitiva el consumo de sustancias genera alteraciones cognitivas, alteraciones emocionales y dificultades adaptativas.

La terapia cognitivo-conductual ayuda al paciente a conseguir la abstinencia absoluta, desarrollando un conjunto de habilidades que le permita tener un control de su enfermedad y ayudándole a conseguir un estilo de vida basado en el autocontrol. Contamos con la ayuda médica externa necesaria para este objetivo y enseñamos a manejar los trastornos emocionales, dinámicas disfuncionales familiares y problemas de adaptación socio-laboral que suelen estar bastante mermados. Para ello instruimos a los pacientes en las ideas o creencias irracionales subyacentes a su problema de adicción. El paciente aprende a detectarlas, las debate, las reestructura y las cambia por otras más saludables que le ayuden a elegir las conductas, que les permitan mantener la abstinencia absoluta, al igual que el control sobre sus emociones negativas y la tolerancia al malestar.

Ámbitos de intervención: 

Adicciones con sustancias: Dependencia de alcohol, cannabis, cocaína, opiáceos, droga de diseño, benzodiacepinas, etc.

Adicciones sin sustancias: Juego patológico, adicción a las compras, adicción a internet, adicción al sexo, etc.

Comuníquese con nosotros y reciba mayor información acerca de las terapias que en Centro Andaluz de Psicología realizamos. Le esperamos.